La naturaleza forma parte de las personas como yo. Pertenecemos a la madre tierra, al fluir del agua de sus ríos, a la luz de un atardecer y al adormecimiento de un cielo estrellado. Es en ese instante cuando nosotros, seres opacos y a veces sin brillo propio, renacemos y podemos volver a vivir.
Es curioso como unas imágenes que en su momento guardaste sin tenerlas en cuenta, adquieren valor y un nuevo nivel de complejidad y belleza cuando las revisas unos años después.
Espero que os gusten!
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